Gracias al sector empresarial, la rueda de la economía no deja de girar, y es la que saca al país adelante. Y no estamos hablando de dinero, sino de las oportunidades que se presentan para la población de prosperar, por ejemplo, a través del empleo que se genera. La cadena productiva, industrial y comercial, pese a todo intento de detenerla, no lo ha hecho.  Es gracias a estos sectores, que el Ecuador sigue adelante y con la esperanza de mejores días para todos. Y, estamos trabajando, como una sola unidad y con la fuerza que amerita, desde el Comité Empresarial Ecuatoriano, que representa a los gremios empresariales de todo el país.

La seguridad nuestra, la de los colaboradores de las empresas, la de sus familias, es prioritaria y se está invirtiendo, por parte de las empresas y negocios, en ella.  A la vez, se necesita avanzar como país, sin detenernos, tal como lo hace el sector empresarial en el Ecuador; sin bajar la cabeza y sin dejarnos atemorizar.  Es por eso, que, en medio de la adversidad, el país siempre sale adelante. Hemos pasado por muchas pruebas y de todas ellas, hemos salido victoriosos, ésta no será la excepción.

Vemos que el Gobierno está dando pasos acertados en seguridad y,  la Fuerza Pública nos está demostrando precisamente que su fuerza, puede llegar a ser poderosa, cuando de defender al Ecuador se trata.  Levantemos el ánimo y abracemos la esperanza de contar con mejores días para el país.

Representamos a una cadena gigante de valor, con más de 20.000 peluquerías en el país, con spa’s, cabinas de belleza. Abastecemos a cadenas de supermercados, farmacias, tiendas departamentales, locales comerciales. Como sector llegamos a todos los rincones del Ecuador y llevamos ahora un mensaje de paz y de unión:  Que abracemos a la esperanza como una tabla de salvación, en medio de un océano tumultuoso, y que luchemos por llevar al Ecuador hacia una orilla de paz y de unidad.  Luchemos por sacar a nuestro país adelante, desde cualquier “trinchera” desde la cual libremos cada uno, esta batalla.

El espíritu de los ecuatorianos/as es inquebrantable, y lo hemos demostrado tantas veces y ante tantas pruebas. Esta vez no será la excepción, pero con la sensación de que hoy nos sentimos más fuertes, unidos, determinados a defender a este suelo que nos vio nacer o en el cual hoy vivimos.

Que esa esperanza y fuerza de espíritu que nos caracteriza, sean los pilares que sostengan la paz que, ahora más que nunca, necesita el Ecuador.

MARÍA FERNANDA LEÓN – Directora Ejecutiva.